El Instituto Nacional de Revisionismo Histórico Argentino e Iberoamericano Manuel Dorrego fue una institución pública desconcentrada creada en Argentina por el decreto 1880/2011 de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, del 17 de noviembre de 2011, publicado el 21 de ese mes en el Boletín oficial, que establecía como algunos de sus objetivos la reivindicación de las figuras históricas apoyadas por el revisionismo histórico en Argentina. El instituto fue cerrado en diciembre de 2015, por decisión del presidente Mauricio Macri.[1]

Premios otorgados

Cada dos años, el instituto otorgaba los "premios José María Rosa" al historiador, ensayista o pensador argentino que más se haya destacado en la investigación, elaboración y divulgación de la historia revisionista nacional, y el "premio Jorge Abelardo Ramos" a quien se haya destacado, dentro de Iberoamérica en la historia revisionista del continente.[2][3]

Finalidad

El decreto de creación disponía que la finalidad del Instituto era:

Dicha institución, siguiendo los fundamentos de su creación, debía dedicarse:

En los considerandos del decreto se enumeraban como los «mayores exponentes del ideario nacional, popular, federalista e iberoamericano» a

  • José de San Martín
  • Martín Güemes
  • José Gervasio Artigas
  • Estanislao López
  • Francisco Ramírez
  • Ángel Vicente Chacho Peñaloza
  • Felipe Varela
  • Facundo Quiroga
  • Juan Manuel de Rosas
  • Juan Bautista Bustos
  • Hipólito Yrigoyen
  • Juan Domingo Perón y
  • Eva Duarte de Perón

y disponía que el Instituto también estudiara la trayectoria de otros próceres iberoamericanos como

  • Simón Bolívar
  • Bernardo O’Higgins
  • el mariscal Antonio José de Sucre
  • Miguel Gregorio Antonio Ignacio Hidalgo
  • José Martí
  • Manuel Ugarte
  • José Vasconcelos
  • Rufino Blanco Fombona
  • Augusto Sandino
  • Luis Alberto Herrera y
  • Víctor Raúl Haya de la Torre.[3]

Eran sus competencias, según lo estipulado en el decreto de creación,

El mismo día de publicación el instituto entregó una distinción que reafirmó tal decisión, una réplica en miniatura de uno de los cañones que libró la batalla de la Vuelta de Obligado.[4]

Críticas

La medida de Cristina Kirchner provocó desde su sanción una fuerte crítica de reconocidos historiadores, que cuestionaron por lo menos tres puntos de la iniciativa. Advertían con preocupación que la tarea estará a cargo de divulgadores de la historia y no de científicos reconocidos en la materia. Señalaban además que se ignoraba aún si el objetivo real no era incorporar estos nuevos relatos históricos en los programas de las escuelas secundarias. Y alertaban, en consecuencia, sobre la posibilidad de que esta operación impulsada por la Casa Rosada tuviera como meta la instauración de un «pensamiento único» del pasado.

Los historiadores Mirta Zaida Lobato, Hilda Sábato y Juan Suriano emitieron un comunicado criticando la creación del instituto:

El historiador Luis Alberto Romero al comentar el decreto de creación afirmó que mediante el mismo se está adoptando la versión revisionista del pasado como doctrina oficial del Estado y, al mismo tiempo que se descalifica a los historiadores formados en sus universidades, elige a un grupo de personas carentes de calificaciones para que esclarezcan la «verdad histórica» y luego la inculquen con métodos que recuerdan a las prácticas totalitarias.[5]​ El presidente del instituto restó importancia a los cuestionamientos y dijo que no se pretende hacer «un texto que se estudie en los colegios». Explicó que la finalidad del instituto será promover, mediante becas, la investigación, el estudio y la difusión de «otra» historia: «Es una manera distinta de ver la historia, porque los hechos existen, están en el rango de lo objetivo, y después viene la interpretación de las circunstancias».

La historiadora María Sáenz Quesada afirmó: «El instituto, en coincidencia con la conmemoración de la Vuelta de Obligado, tiene más relación con la política que con la historia».

Conflicto interno

A principios de 2014, Pacho O'Donnell renunció a la presidencia del Instituto; posteriormente renunciaron también algunos de sus principales miembros e historiadores, como Hernán Brienza, Hugo Chumbita y Felipe Pigna.[6]

En diciembre de 2014, Pacho O’Donnell propuso cerrar el Instituto Dorrego y afirmó:

Víctor Jorge Ramos le respondió:

Por su parte, el 31 de diciembre de 2014, el Instituto ―cuya presidencia estaba ejerciendo Luis Launay― publicó una solicitada en uno de cuyos puntos expresó:

Cierre

Por decreto 269 publicado en el Boletín Oficial el 4 de enero de 2016, el presidente Mauricio Macri disolvió el Instituto y dispuso que los recursos humanos, materiales y financieros del instituto se transferirán al Ministerio de Cultura. Entre los fundamentos de la decisión se expresó que "no es función del Estado promover una visión única de la historia ni reivindicar corriente historiográfica alguna sino, por el contrario, generar las condiciones para el ejercicio libre e independiente de la investigación sobre el pasado".[9]

El último presidente del Instituto, Víctor Ramos, criticó la medida afirmando:

Referencias


INSTITUTO NACIONAL DE INVESTIGACIONES HISTÓRICAS JUAN MANUEL DE ROSAS

Disuelven el Instituto de Revisionismo Histórico Manuel Dorrego Nueva

Instituto Nacional de Revisionismo Histórico Argentino e Iberoamericano

Cuando Dorrego causó la ira de los

La Presidenta recibió al Instituto de Revisionismo Histórico Manuel Dorrego